El pasado poco conocido de Pedro Pascal como gogó dancer

El pasado poco conocido de Pedro Pascal como gogó dancer

El actor de The last of us reveló cuál fue su trabajo más extraño.

Redacción QueVer

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La popularidad de Pedro Pascal no para de crecer, si bien el actor viene abriendo camino desde hace años dentro de la industria, habiendo realizado sus primeros papeles cuando tenía tan solo 24 años. Fue su interpretación como el príncipe Oberyn Martell en Game of Thrones la que le abrió las puertas a una gran cantidad de oportunidades que supo aprovechar.

En la actualidad se convirtió en uno de los actores mejores pago y más populares. El reciente estreno de la serie de HBO, The Last of Us y las tres temporadas de The Mandalorian, le permitieron crecer su fama y reconocimiento a un nivel nunca antes imaginado por él mismo.

Pedro Pascal se convirtió en uno de los hombres del momento.

Se podría decir que, a diferencia de lo que ocurre con muchas otras estrellas de Hollywood, a Pedro Pascal la fama le llegó después de los 35 años, por lo que en su pasado vivió muchas aventuras y se tuvo que rebuscar para ganar dinero y seguir apostando a su pasión por la actuación.

Pese al interés de la prensa de todas partes del mundo en conocer toda la vida del galán chileno, siempre trato de mantenerla en total privacidad a tal punto que poco se sabe de su costado romántico y de los corazones que conquistó por su camino.

Sin embargo, hace algunos años atrás, mientras Pedro Pascal estaba promocionando la película Kingsman: El círculo dorado, reveló que en sus años de juventud residió en Madrid y allí tuvo un trabajo muy particular: bailarin en un club nocturno.

Pedro Pascal en The last of us. 

"Tenía trabajo en la noche, yo era gogó… Qué pena que no tenga una foto mía, con el pelo plateado, un jersey de fútbol, snickers de plataforma... ¡Pero todo con ropa!”, confesó en su paso por el popular programa El Hormiguero, donde además se animó a marcar unos pasos para demostrar su talento.

"Casi me quede para siempre. Hace mucho tiempo, hace 21 años. Era el verano del 96, y casi me quedo para siempre porque me enamoré de Madrid. De la noche, del día... de todo”, agregó Pedro Pascal quien aseguró que terminó dejándolo porque le pagaban muy poco.

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